China anunció ayer que reducirá a la mitad el impuesto sobre las transacciones bursátiles, con el objetivo de restablecer la confianza en el segundo mercado de valores del mundo, en medio de la desaceleración económica que sufre el país.
La reducción del impuesto, la primera desde 2008, entrará en vigor hoy. Hasta ahora, el impuesto era de 0.1%.
«Para dinamizar el mercado de capitales y reforzar la confianza de los inversores, el impuesto de timbre sobre las transacciones de valores se reducirá a la mitad a partir del 28 de agosto», declararon en un comunicado conjunto el Ministerio de Finanzas y la administración encargada de la fiscalidad.
Con el anuncio, el gobierno busca volver a atraer a los inversores que perdieron confianza en los activos chinos.
La medida era muy esperada por el sector financiero de China continental, golpeado por la mala situación económica del país, inmerso en una crisis de deuda inmobiliaria, un bajo gasto de los consumidores y un desempleo récord entre los jóvenes.
El índice CSI 300 de las mayores capitalizaciones de las bolsas de Shanghái y Shenzhen cayó alrededor de un 4% en 2023, tras dos años consecutivos de descensos, según la agencia de información financiera Bloomberg.
La caída se debe en parte a la ausencia de recuperación económica significativa tras la pandemia de covid-19 en China.